jueves, 13 de octubre de 2011

Las prioridades torcidas de Calderón

El presidente Felipe Calderón, junto con Marcelo Ebrard y mi cuatacho Carlos Slim, se reunieron para inaugurar la plaza Mariana de la Basílica de Guadalupe. Y a Calderón se le salió decir que el pueblo de México, todos somos Guadalupanos.

Me irrita porque, en su condición de jefe de Estado y en el supuesto estado laico en el que está basada la constitución, es de una total falta de respeto para otras religiones (y para los que no tenemos) el decirles esa tarugada.

Es bien sabido que Calderón tiene problemas para separar sus creencias de su jale, por ejemplo, cuando dijo que los que no conocen a dios son drogadictos. ¡Andale pues!. O cuando fue al Vaticano a la beatificación del Papa John.

No se me hace raro porque, pues en México, la religión es casi una ceguera de taller. No lo justifico, está mal, pero pues esa es la realidad.

Aún y cuando supuestamente vivimos en un Estado Laico, las declaraciones de Calderón no me ofende tanto como la siguiente nota.

“Me parece fatal. Cuando me dijeron el año pasado que había ganado el Premio de la Academia Mexicana de Ciencias les pregunté en qué fecha era la premiación, no me dieron una exacta porque no se ha entregado ni en 2008 ni en 2009. Es increíble que el Presidente no tenga tiempo de hacerlo”, dice para Animal Político la doctora Gabriela Parra Olea, investigadora del Instituto de Biología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), quien en 2010 fue galardonada en la categoría de Ciencias Naturales. Pero al igual que Parra Olea, cuatro generaciones de jóvenes promesa de la investigación no han recibido el diploma que los acredita como ganadores del certamen y mucho menos el cheque de 100 mil pesosque se establece en el apartado de premios de la convocatoria.

O sea, el señor sí se da el tiempo para asistir a actos religiosos, pero los investigadores se van al caño.

¿Quién da más resultados, honestamente? ¿Dios o la ciencia? La ciencia que se ha encargado de darle más tiempo de vida al humano, de darle mucho mejores condiciones de vida al ser humano. Que quede claro que no tengo nada en contra de la gente que profesa una fe, o que va a su iglesia de preferencia. Eso me tiene sin cuidado.

Como dije al principio, no se me hace raro, pero vaya que Calderón tiene sus prioridades muy volteadas.

Algunos extractos de la nota.
Son usos y costumbres. No hay nada que obligue al Presidente a entregarlo, pero hasta los gobiernos panistas todos los presidentes anteriores lo habían dado durante los 49 años de los 52 que lleva el Premio. Sistemáticamente el Premio de la Academia Mexicana de Ciencias lo ha entregado el Presidente de la República. Es una tradición. Es un gesto hacia el apoyo a la ciencia”.
Según la AMC, México es uno de los países de Latinoamérica que menos aporta recursos a la Ciencia y Tecnología, pues este sector recibe el .34% del Producto Interno Bruto (PIB). 4. Brasil destina el 1% del PIB a la ciencia, mientras que Chile le da el .7% y Argentina el .5%. 5. En México el porcentaje más alto destinado a la Ciencia y Tecnología fue durante los sexenios de Carlos Salinas de Gortari y Ernesto Zedillo Ponce de León, donde se alcanzó el .4 % del PIB.

Suecia asigna el 3.8%, Finlandia 3.5%, Japón 3.4%. Nota.

¿Por qué? Muchas personas no entienden el hecho de que la ciencia no solamente es para descubrir, sino que en algunas ocasiones, puede llegar a ser muy rentable, pero pues como se ve, ni siquiera se reconoce a los investigadores mexicanos, un acto que solamente requiere al presidente hacer acto de presencia, y dar solamente 100,00 pesos (comparado contra lo que se gastó en la pseudociencia de los GT200, es una cantidad ridícula).

Si Calderón llegara a necesitar una cirugía o padeciera alguna enfermedad, que se vaya a la Basílica, a pedir que se le quite.

Como dijo Carl Sagan: "Si quieres salvar a tu hijo del polio puedes rezar o puedes vacunarlo... Aplica la ciencia".